Mi Padre tiene una costumbre adquirida desde hace algunos años y es que en los momentos mas inesperados nos pregunta:
-Eres feliz?
Las respuestas varían entre, si… no… no se … o simplemente… deja de molestar. Pero esta tarde se lo pregunto a el sobrino de la vecina, el cual tiene síndrome de down, el dialogo fue el siguiente:
-Inti, eres feliz?
-Todos los días
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